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Quienes Somos

La Biblia establece con claridad que Dios ha diseñado una economía para el hombre, y que esta economía siempre es buena. Todos sabemos que los métodos económicos creados por el hombre no dan resultado. Por ejemplo, cada día escuchamos en la radio o vemos en la televisión como tambalean las economías del mundo debido a que no funcionan. No son prácticas. Sería interesante familiarizarse con la economía de Dios para poder aplicarla a nuestras vidas y así cambiar este dilema mundial al que nos toca enfrentarnos.


Permítame decirle, ante todo, que la economía significa administración, regulación y manejo de fondos. Existen diversos tipos de economía, por ejemplo:


• La economía política, que es la ciencia que se ocupa
de la producción, la distribución y el consumo de las
riquezas. 


• La economía rural, que es la ciencia que estudia
cuáles son las mejores maneras de utilizar la tierra.


• La economía social, que es la ciencia de las leyes que
gobiernan la sociedad.


También existe la economía de planeamiento, que es la que dirige la nación o el estado. Ahora consideremos la economía de Dios, que es perfecta porque Dios es perfecto, y él desea que todos sus hijos comprendan la economía que estableció en su palabra. Génesis 1:27,28 nos informa:


Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo
Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra.

 

Aquí podemos ver con claridad la economía que Dios estableció para el  hombre. Se trata de la capacidad de señorear y gobernar, poder que Dios le dio al hombre, pero que éste perdió a causa de su desobediencia. Debemos prestar atención especial a estas dos palabras: Señorear y gobernar. La economía de Dios está diseñada para dar al hombre dominio sobre toda la tierra. Él debe gobernar sobre las esferas en las que Dios le ha dado dominio. La palabra de Dios nos recuerda que

"... su dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades”

Daniel 4:34

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